¡Buenos días maulliderxs!

Maaaadre mia, qué cantidad de gente veo por aquí. ¡No estoy acostumbrada a estas multitudes ni a hablar delante de tantas personas!
Delante de gente muy distinta si, eso es verdad. He maullado ante muchas personas y he visitado multitud de sitios estás dos ultimas semanas.

Primero vivía en la calle, como una amapola silvestre. Allí conocía a una mujer que se preocupaba mogollón por mi y a la que le mostraba mi agradecimiento con 4 tipos distintos de carantoñas: frotándome con su mano, dejándome tocar la tripilla (que eso al parecer es muy difícil que los gatos lo hagamos), paseándome entre sus piernas, y yendo corriendo a buscarla en cuanto la veía. Tantos cariños le hacía, que me puso por nombre “Moscona”, ojalá se hubiese podido hacer cargo de mi...

Esa misma mujer me sacó de la calle porque tenía miedo de que me pasara algo con mis 5-7 mesecillos. Me llevó a una tienda de animales que fomenta la adopción, y allí estuve unos días. Pero yo no me “encontraba”, que queréis que os diga. Estaba en una especie de escaparate y me ponía muy nerviosa ese trajín de gente yendo y viniendo. Yo tan pequeña, y vosotros tan grandes... impone.

Luego, gracias a Maullidos Invisibles me han traído a una casa de acogida, pero la verdad, tengo jet lag y no acabo de enterarme de nada. Entendedme, son muchos cambios...

Eso si, yo, sitio al que voy, sitio en el que localizo las cosas de comer. Allá donde me llevan, trato de probar la gastronomía típica. Y si no me lo dejan probar, monto guardia como un policía para que nadie se me adelante. Eso lo podéis ver en las fotos, primero las patatas fritas, y luego los sacos de pienso. Que aquí se distrae una... y la gente es muy cuca.

Mientras me ubico del todo y se me quita el mareo, en Maullidos han empezado a buscarme una familia que no me siga llevando de viaje y donde poder “sentar raíces”. Si te he entrado por los ojos, igual que me pasó a mí con la bolsa de Ruffles de la foto, escribe a [email protected] y pregunta por Moscona, la pitufa viajera.