En palabras de su acogida: "Camila es adorable, muy, muy inteligente, obediente y con muchas ganas de jugar. Le gusta que la cojan, la acaricien y jugar a la pelota. Se lleva bien con perros grandes como Logan (nuestro pastor alemán) y pequeños como Frida (una bichón maltés), y también con los gatos de casa que son varios".

Camila nació en un mal sitio. Ella no eligió, pero su destino le hizo esa jugarreta. Según cuentan quienes, en alguna ocasión la han visto u oído, al poco tiempo de nacer ya estaba atada a un bidón