Conocimos a este pequeño en una visita en la Cañada. Un perro grande, joven, con muchísima energía y fuerza, sin ser sociable... y “peligroso”.

Pero resulta que todo lo que tiene de fuerza lo tiene de amoroso. Estamos trabajando en su rehabilitación para que Oso pueda convertirse en un perro 100% libre y feliz. Le encanta bañarse y jugar con la pelota.

Necesita ser hijo único y licencia PPP.