Él es BERLÍN, un mastín aferrado a la vida o quizas vencido y humillado ante el desprecio del ser humano. Apareció tumbado en el suelo, junto a la puerta de una casa de campo de Sevilla, una tarde de finales de junio. Nadie lo reconoció como miembro de ninguna familia de alrededor, por lo que pensamos que fue abandonado cruelmente: delgado hasta enseñar cada uno de sus huesos, enfermo, sucio, desnutrido, desganado y sin fuerzas para moverse. Por fortuna, su ángel se encontró frente a frente con él y no dudó ni un segundo en ofrecerle toda ayuda. Qué otra cosa podía hacer…

Desde el momento del rescate, BERLÍN se encuentra en acogida con su ángel, donde le cuidan y le quieren como siempre tuvo que ser. Os contamos que lo primero que hicieron fue llevarle al veterinario. El diagnóstico: sarna sarcóptica y una severa desnutrición. No tiene dientes delanteros pero si los laterales, es por ello que ningún veterinario ha podido estimar su edad. Vamos a dejar que pase algo más de tiempo para dar ese dato con mayor certeza, que podamos ver quién hay debajo de ese cuerpo endeble y enfermo.

BERLÍN lleva acogido pocos días y, aunque su cuerpo no responde con fuerzas suficientes, muestra gestos de rechazo ante hombres, no siendo así con mujeres. Creemos que es importante destacar esta información sobre él porque nos dice qué vida tuvo y de qué forma va a condicionar las relaciones futuras con personas. Los perros abandonados con experiencias traumáticas, una vez recuperados y adoptados van a necesitar un plus de paciencia, tiempo, comprensión y conocimiento sobre pautas a seguir.

De momento, vive apartado del resto de perros del hogar para que pueda estar tranquilo, sentirse poco a poco más seguro, descansar, disfrutar de las palabras tiernas de su mami de acogida y entender que ya todo va a ir bien.
Sabemos que nuestro chico valiente se convertirá en un perro fuerte, recuperará su cuerpo de mastín, su pelo blanco nieve, su mirada dulce y templada, y será feliz tumbado en una cama soñando siendo parte de una familia bonita, dando largos paseos, recibiendo abrazos y mimos de todos. Queremos para el luz en su mirada, alegría y amor.

Para ello nos toca luchar mucho, BERLÍN necesita un tratamiento prolongado para curar la sarna, aportes vitamínicos, pienso para cachorros (por contener gran cantidad y variedad de nutrientes), visitas veterinarias… en definitiva, un gran esfuerzo por parte de todos.

Si voluntariamente quieres aportar tu granito de arena, por muy pequeño que te parezca, nosotros te lo agradecemos de todo corazón. Puedes colaborar de varias formas, no te olvides indicar que tu aportación a través de donación es para BERLÍN.

En cuanto nuestro grandullón se restablezca, engorde ese cuerpo precioso que tiene, comience a disfrutar con otros perros y personas, empezaremos a gestionar los llamamientos para su adopción. De momento, vamos a quererle mucho y bien. Os vamos contando.