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Alimentos prohibidos para perros y gatos: qué evitar y por qué
30 de septiembre de 2025

Alimentos prohibidos para perros y gatos: qué evitar y por qué

Introducción

Compartir la mesa con nuestras mascotas es tentador: esas miradas pidiendo un bocado despiertan ternura. Sin embargo, muchos alimentos que para nosotros son inofensivos pueden ser extremadamente peligrosos o incluso letales para perros y gatos. En este artículo encontrarás una guía completa y práctica sobre qué alimentos evitar, por qué son dañinos, qué síntomas observar y qué hacer en caso de ingestión. El objetivo es ofrecer información clara y útil para proteger la salud de tu compañero peludo.

Contexto y antecedentes

Centros de control de intoxicaciones veterinarias y asociaciones animalistas registran cada año miles de llamadas relacionadas con ingestión de alimentos tóxicos. Entre los responsables más frecuentes aparecen el chocolate, el xilitol (edulcorante), las uvas y pasas, las cebolletas y ajos, y alimentos grasos o con huesos cocidos. La severidad del cuadro depende de la especie (perro o gato), el tamaño del animal, la cantidad ingerida y la sensibilidad individual.

Desarrollo

A continuación describimos los alimentos prohibidos más relevantes, sus efectos y los signos clínicos que suelen provocar.

1. Chocolate y productos con cacao

El chocolate contiene teobromina y cafeína, estimulantes del sistema nervioso y cardiovascular. Los perros son especialmente sensibles; los gatos consumen chocolate con menos frecuencia, pero igualmente está contraindicado. Los síntomas aparecen entre pocas horas y un día: vómitos, diarrea, hiperactividad, taquicardia, temblores y, en casos graves, convulsiones o muerte. La toxicidad depende del tipo de chocolate (el chocolate negro y de repostería tiene más teobromina que el de leche) y del peso del animal.

2. Xilitol (edulcorante)

El xilitol es extremadamente peligroso para los perros. Se encuentra en chicles, dulces, productos de repostería y algunos medicamentos humanos. En perros puede provocar hipoglucemia rápida (bajada de azúcar) y daño hepático potencialmente fatal. Los signos suelen aparecer en menos de una hora: debilidad, temblores, descoordinación y colapso. En gatos los efectos son menos documentados, pero igualmente es recomendable evitar cualquier exposición.

3. Uvas y pasas

Aunque la razón exacta no está totalmente aclarada, uvas y pasas pueden causar insuficiencia renal aguda en perros; algunos animales desarrollan fallo renal en las 24-72 horas siguientes a la ingestión. Los signos incluyen vómitos, letargo, reducción del consumo de agua y orina. En gatos también se recomienda precaución y evitar la administración.

4. Cebolla, ajo, puerros y chalotas

Estos miembros de la familia Allium contienen compuestos que dañan los glóbulos rojos y pueden provocar anemia hemolítica. Los efectos pueden ser retardados: días o semanas tras la exposición, el animal muestra debilidad, encías pálidas y orina oscura. Tanto perros como gatos son susceptibles; en gatos la toxicidad puede presentarse con dosis más bajas.

5. Nueces y frutos secos

Algunas nueces, especialmente las macadamias, causan en perros debilidad, temblores y problemas neurológicos. Otras nueces ricas en grasas pueden originar pancreatitis. Además, los frutos secos pueden ser un riesgo de atragantamiento y causar obstrucciones intestinales.

6. Alcohol y masa de levadura cruda

El alcohol es tóxico: incluso pequeñas cantidades pueden deprimir el sistema nervioso central, provocar vómitos, dificultad para respirar, coma o muerte. La masa de levadura cruda puede fermentar en el estómago, produciendo etanol y causando también intoxicación; además la masa sigue creciendo y puede provocar distensión abdominal.

7. Huesos cocidos y alimentos demasiado grasos

Los huesos cocidos se astillan y pueden causar laceraciones, obstrucción o perforación intestinal. Las comidas extremadamente grasosas (tocino, restos de frituras) aumentan el riesgo de pancreatitis, una inflamación dolorosa que requiere atención veterinaria.

8. Leche y lácteos

Muchos perros y gatos son lactosa intolerantes. El consumo puede provocar diarrea y malestar digestivo. El queso o yogur en pequeñas cantidades a veces se toleran, pero no son recomendables como hábito.

9. Aguacate

El aguacate contiene persina, un compuesto que afecta sobre todo a aves y algunos animales; en perros y gatos el riesgo es menor, pero el alto contenido en grasa y el riesgo de obstrucción por el hueso lo hacen un alimento a evitar.

10. Alimentos sazonados, salados o con cafeína

Condimentos como la sal en exceso pueden llevar a intoxicación por sodio; la cafeína (café, bebidas energéticas) produce efectos similares al chocolate: excitación, taquicardia y temblores.

Ejemplos y casos prácticos

Estos ejemplos orientan sobre situaciones habituales y cómo actuar:

Ejemplo 1: Perro que ingiere chocolate

Un perro pequeño que consume una barra de chocolate negro puede mostrar vómitos en pocas horas, seguido de inquietud y taquicardia. Si el propietario actúa rápido y consulta con un veterinario o un centro de toxicología, se puede inducir el vómito (según indicación profesional) y administrar tratamiento de soporte; en casos graves pueden requerirse líquidos IV y monitorización cardiaca.

Ejemplo 2: Goma de mascar con xilitol

Si un perro come chicles con xilitol, los signos pueden aparecer en 30-60 minutos: debilidad, caída de la glucosa y colapso. El tratamiento inmediato en la clínica veterinaria incluye control de la glucemia, administración de glucosa y medidas para proteger el hígado.

Ejemplo 3: Restos de cena con huesos cocidos

Un gato o perro que recibe huesos cocidos puede sufrir un episodio agudo de vómitos y después detenerse de defecar por la obstrucción. La atención veterinaria es necesaria; a veces se precisa cirugía para extraer el cuerpo extraño.

Qué hacer ante una ingestión sospechosa

  • No inducir el vómito sin consultar: algunos productos (ej. ácidos o sustancias aceitosas) pueden empeorar al vomitar.
  • Recoger información: qué se comió, cuánto y cuándo; el peso del animal y síntomas presentes.
  • Contactar al veterinario o a un servicio de control de intoxicaciones animales (por ejemplo, en EE. UU. existen servicios como el APCC y Pet Poison Helpline).
  • Actuar rápido: en muchos casos la pronta atención reduce la gravedad y las secuelas.

Prevención y recomendaciones prácticas

La prevención es la mejor estrategia. Algunas medidas efectivas:

  • Evita dejar alimentos al alcance: usa contenedores cerrados y no dejes platos en la mesa.
  • Educa a la familia: niños y visitantes no deben dar comida humana sin permiso.
  • Conoce las listas de alimentos peligrosos y tenlas visibles en casa.
  • Ofrece alternativas seguras: premios específicos para perros y gatos, frutas seguras (manzana sin semillas, por ejemplo), y snacks formulados.

Conclusión final y reflexión

Cuidar de la alimentación de perros y gatos va más allá de evitar obviedades: implica conocer sustancias aparentemente inofensivas que pueden causar daños graves. Mantenerse informado, prevenir accesos y actuar con rapidez ante una ingestión son las claves para proteger a nuestras mascotas. Si algo sucede, consulta siempre con un profesional: la diferencia entre una intervención a tiempo y la demora puede ser determinante. Nuestros animales dependen de nosotros para evitar riesgos; con pequeños cambios en casa podemos evitar sufrimiento y costosas emergencias veterinarias.

Si te interesa, guarda esta lista y comparte con otros cuidadores: salvar una vida puede empezar por una simple prevención.

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