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Cómo cortar las uñas de un gato sin hacerle daño: guía completa y paso a paso
29 de septiembre de 2025

Cómo cortar las uñas de un gato sin hacerle daño: guía completa y paso a paso

Introducción

Cortar las uñas de un gato es una de las tareas de cuidado más importantes para su bienestar y la convivencia en casa. Sin embargo, muchos dueños sienten miedo de hacer daño o de producir sangrado. En esta guía práctica y amigable te explico, con lenguaje sencillo, cómo cortar las uñas de tu gato de forma segura, qué herramientas usar, cuándo hacerlo y qué hacer si se corta el quick (la parte con sangre y nervios).

Contexto y antecedentes

Las uñas de los gatos crecen de forma continua y cumplen funciones importantes: defensa, equilibrio y marcaje. Los gatos domésticos que no salen suelen necesitar recortes más frecuentes porque no desgastan naturalmente sus uñas al trepar o arañar en exteriores. La mayoría de las guías veterinarias recomiendan recortar las uñas cada 2 a 6 semanas, dependiendo del ritmo de crecimiento y del estilo de vida del animal.

Es importante mencionar que la práctica de desungulación (declawing) es considerada inhumana y está prohibida o muy regulada en muchos países; cortar las uñas no debe suponer eliminar la capacidad natural del gato para rascar, sino mantenerlas en buen estado y evitar daños accidentales.

Desarrollo

Herramientas adecuadas

  • Cortaúñas para gato (tipo guillotina o tijera): diseñados para la curvatura de las uñas felinas. Evita los cortaúñas de uso exclusivamente humano.
  • Lima o amoladora eléctrica (nail grinder): útil para gatos tolerantes y para dejar un acabado suave. Requiere tiempo de habituación.
  • Toalla para envolver al gato si es necesario (técnica burrito).
  • Polvo estíptico o almidón de maíz para detener sangrados leves en caso de cortar el quick.
  • Snacks o premios para reforzar el comportamiento positivo.

Conociendo la anatomía: qué es el quick

El quick es la estructura viva dentro de la uña que contiene vasos sanguíneos y nervios. En uñas claras se ve como una parte rosada; en uñas oscuras no es visible. La regla práctica: cortar solo la punta translúcida de la uña y evitar aproximarse al quick. Si no estás segura/o, corta en pequeñas porciones y con frecuencia para evitar errores.

Preparación antes del corte

  • Escoge un momento en que el gato esté tranquilo: tras jugar o comer suele estar más relajado.
  • Prepara todo lo que necesitas a mano (cortaúñas, premios, polvo estíptico).
  • Si es la primera vez, acostumbra al gato al manejo de las patas: acarícialas, presiona suavemente las almohadillas para que saque la uña.
  • Si el gato está estresado, prueba feromonas sintéticas (p. ej. difusores tipo Feliway) o reduce el ruido y estímulos externos.

Paso a paso para cortar las uñas

  1. Sujeción suave: Si el gato coopera, siéntalo en tu regazo o en una superficie estable. Si no, envuélvelo en una toalla dejando una pata libre.
  2. Exponer la uña: Presiona suavemente la almohadilla para que la uña salga. Observa el quick: si se ve rosa, deja al menos 2-3 mm antes del quick; en uñas oscuras corta en pequeñas tiras.
  3. Ángulo correcto: Corta de frente y no hacia abajo para evitar astillar la uña. Hace falta un corte limpio y rápido para no aplastar la uña.
  4. Recompensa: Después de cada pata o grupo de uñas, da un premio o caricia para asociar la experiencia a algo positivo.
  5. Frecuencia: Revisa y corta cada 2-6 semanas según el crecimiento.

Usar una amoladora (nail grinder)

Las amoladoras son una alternativa para limar en lugar de cortar. Ventajas: no hay corte brusco, permite redondear la punta. Desventajas: ruido y vibración que pueden asustar al gato. Habituación gradual con sesiones cortas y premios es clave.

Qué hacer si sangra

Si accidentalmente cortas el quick, aplica presión con gasas durante unos segundos y después usa polvo estíptico. Si no tienes, el almidón de maíz puede ayudar temporalmente. Mantén la calma: el sangrado suele detenerse con medidas simples. Si el sangrado es abundante o persiste más de 15-20 minutos, consulta a tu veterinario de inmediato.

Ejemplos y casos prácticos

Caso 1: Gato tranquilo y colaborador

María tiene a Luna, una gata adulta que se relaja en su regazo. María corta dos uñas por pata, recompensa con una golosina y en 15 minutos termina las cuatro patas. Resultado: Luna asocia el recorte con premios y se ha habituado en pocas sesiones.

Caso 2: Gato ansioso que no deja manipular las patas

En el caso de Tito, un gato muy nervioso, la propietaria usó sesiones cortas de 1-2 minutos durante varias semanas. Empezó solo tocando las patas, luego exponiendo las uñas, y después realizando un corte por sesión. También usó una toalla para envolverlo y un difusor de feromonas en casa. La paciencia permitió que Tito mejorara notablemente.

Caso 3: Kitten (gatito) en aprendizaje

Los gatitos pueden empezar a familiarizarse desde 6-8 semanas con manipulación suave. Lo ideal es habituarlos con sesiones muy cortas y muchas recompensas: así crecerán sin miedo al corte de uñas.

Caso 4: Uñas oscuras y difícil visualización del quick

Si las uñas son muy oscuras, corta la punta en pequeños trozos (1-2 mm) y revisa con buena luz. Si dudas, acude a un peluquero felino o veterinario para que te muestre el ángulo y la cantidad segura a retirar.

Alternativas y medidas complementarias

  • Rascadores y postes: mantener postes de diferentes texturas ayuda a desgastar las uñas de forma natural.
  • Gorros o uñas ficticias (Soft Paws): pequeños capuchones plásticos que se pegan sobre la uña para evitar daños a muebles o personas.
  • Visita al peluquero o veterinario: si no te sientes cómodo, un profesional puede realizar el corte de forma rápida y segura.

Conclusión final con reflexión

Cortar las uñas de tu gato no tiene por qué ser una experiencia traumática para ninguno de los dos. Con herramientas adecuadas, paciencia, y buenas prácticas (como premios y sesiones cortas), puedes mantener las uñas de tu mascota en buen estado y prevenir accidentes en casa. Recuerda que el objetivo es el bienestar del gato: evita soluciones invasivas y prioriza el refuerzo positivo. Si tienes dudas o te enfrentas a situaciones complicadas (sangrado persistente, uñas muy deformadas o el gato manifiesta dolor), consulta a tu veterinario. Con tiempo y cariño, la mayoría de los gatos aprenden a aceptar el recorte, y tú ganarás tranquilidad y convivencia armoniosa.

Reflexión: cuidar las uñas es una forma de cuidar la salud y la convivencia, pero también una oportunidad para fortalecer el vínculo con tu gato mediante la paciencia y el respeto a su ritmo.

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