
Enfermedades más comunes en perros: guía práctica para reconocerlas y prevenirlas
Como amantes de las mascotas, uno de nuestros mayores deseos es mantener a nuestros perros sanos y felices. Para lograrlo es fundamental conocer las enfermedades más comunes en perros, reconocer sus señales y aplicar medidas de prevención eficaces. En esta guía te explico, de forma clara y cercana, cuáles son las afecciones que con más frecuencia afectan a los canes, cómo detectarlas y qué hacer para reducir riesgos.
Introducción
Los perros, al igual que las personas, pueden sufrir una amplia variedad de problemas de salud. Algunos son agudos y potencialmente graves, como el parvovirus, mientras que otros son crónicos y menos inmediatos, como la enfermedad periodontal. Conocerlos nos permite actuar antes de que el cuadro empeore y planificar cuidados preventivos —vacunas, desparasitación y controles regulares— que marcan una gran diferencia en la calidad de vida.
Contexto y antecedentes
La incidencia de ciertas enfermedades varía según la edad, la raza, la zona geográfica y el estilo de vida del perro. Por ejemplo, los cachorros y perros sin vacunación son más vulnerables al parvovirus y al moquillo, mientras que los perros adultos y mayores suelen mostrar problemas dentales, artritis y enfermedades crónicas. En algunas regiones con clima cálido, las enfermedades transmitidas por vectores —como la leishmaniasis o filariasis— son más frecuentes.
Algunos datos orientativos: se estima que hasta un 80% de los perros mayores de tres años presentan algún grado de enfermedad periodontal, y la mortalidad por parvovirus en cachorros no tratados puede superar el 90%. Son cifras que subrayan la importancia de prevención y atención veterinaria oportuna.
Desarrollo: principales enfermedades, síntomas y manejo
1. Enfermedad periodontal y problemas dentales
Descripción: la enfermedad periodontal es la acumulación de placa y sarro que provoca inflamación de las encías, infección y pérdida dental. Es la enfermedad crónica más frecuente en perros.
Síntomas: mal aliento persistente, encías enrojecidas, sangrado al masticar, pérdida de apetito y dientes flojos.
Prevención y manejo: cepillado dental regular, juguetes y piensos diseñados para higiene oral, limpiezas profesionales cuando lo recomiende el veterinario y revisiones anuales.
2. Parvovirus
Descripción: infección viral grave que afecta sobre todo a cachorros y perros no vacunados. Ataca el intestino y puede provocar deshidratación severa.
Síntomas: vómitos, diarrea sanguinolenta, letargo y pérdida de apetito. Requiere atención urgente.
Prevención y manejo: vacunación completa según el calendario del veterinario, evitar el contacto con perros desconocidos y ambientes potencialmente contaminados hasta completar la pauta vacunal. El tratamiento es de soporte e intensivo en clínica.
3. Moquillo (distemper)
Descripción: enfermedad viral multisistémica que afecta al sistema respiratorio, digestivo y nervioso.
Síntomas: secreción ocular y nasal, tos, fiebre, convulsiones y problemas neurológicos en fases avanzadas.
Prevención y manejo: vacunación y aislamiento de animales infectados. El pronóstico varía según la edad y la gravedad.
4. Parásitos internos y externos
Descripción: las pulgas, garrapatas y ácaros causan incomodidad y pueden transmitir enfermedades; los parásitos intestinales (lombrices) afectan la nutrición y la salud general.
Síntomas: picor intenso, pérdida de pelo, diarrea, pérdida de peso y, en casos de parásitos sanguíneos, anemia.
Prevención y manejo: programas regulares de desparasitación, uso de antiparasitarios tópicos u orales según temporada y riesgo, y control del entorno (limpieza de camas y hogares).
5. Alergias y dermatitis
Descripción: reacciones a alimentos, pulgas o alérgenos ambientales que provocan inflamación de la piel.
Síntomas: picor, enrojecimiento, lamido excesivo, costras y pérdida de pelo.
Prevención y manejo: identificar y evitar el alérgeno cuando sea posible, tratamientos tópicos o sistémicos, y un plan de control de pulgas estricto. En algunos casos, dietas de eliminación ayudan a determinar alergias alimentarias.
6. Otitis (infecciones de oído)
Descripción: inflamación o infección del oído, frecuente en perros con orejas caídas o que nadan mucho.
Síntomas: rascado de la oreja, mal olor, secreción y dolor. Si se cronifica puede dañar el oído interno.
Prevención y manejo: limpieza periódica con productos recomendados por el veterinario, secado tras baños y tratamiento según el agente causal (bacterias, levaduras, ácaros).
7. Enfermedades crónicas: artritis y problemas metabólicos
Descripción: la artritis afecta principalmente a perros senior y de razas grandes; otras enfermedades crónicas incluyen diabetes y problemas tiroideos.
Síntomas: rigidez al levantarse, menor actividad, cojera intermitente, aumento o pérdida de peso.
Prevención y manejo: control del peso, ejercicio moderado, suplementos articulares cuando lo indique el veterinario, y seguimiento con pruebas analíticas periódicas.
Ejemplos y casos prácticos
Caso 1: Max, cachorro con parvovirus
Max, 10 semanas, dejó de comer, presentó vómitos y diarrea con sangre. Fue llevado de urgencia al veterinario, donde se confirmó parvovirus. Tras rehidratación intravenosa, antibióticos de soporte y cuidados intensivos, Max respondió al tratamiento. Este caso muestra la importancia de la vacunación a tiempo.
Caso 2: Luna, perro adulto con otitis recurrente
Luna, labrador de 4 años que pasa mucho tiempo en el agua, desarrolló otitis crónica. Tras un examen se identificó infección por levaduras y se recomendó limpieza regular, cambio de rutina de baño y tratamiento tópico. La situación mejoró notablemente con el control preventivo.
Caso 3: Bruno, senior con enfermedad periodontal y artritis
Bruno, 9 años, presentaba mal aliento, encías inflamadas y menor movilidad. Se realizó una limpieza dental profesional y se implementó un plan de control del dolor y manejo del peso. Su calidad de vida mejoró y recuperó apetito.
Conclusión y reflexión final
Conocer las enfermedades más comunes en perros nos empodera como responsables de su cuidado. Muchas afecciones se pueden prevenir o manejar eficazmente con medidas sencillas: calendarios de vacunación, desparasitación regular, higiene dental, control de parásitos y visitas veterinarias periódicas. Detectar señales de alarma —vómitos persistentes, diarrea con sangre, pérdida de interés por la comida, dolor o cambios conductuales— y actuar a tiempo puede marcar la diferencia entre un tratamiento exitoso y complicaciones graves.
Recuerda que cada perro es único: su historia clínica, edad y entorno influyen en los riesgos. Mantén una relación cercana con tu veterinario, adapta las medidas preventivas a tu región y estilo de vida, y apuesta por la prevención como la mejor inversión en la salud canina. Cuidar bien a tu perro no solo prolonga su vida, sino que mejora cada día compartido.
¿Qué puedes hacer hoy? Revisa el calendario de vacunas de tu perro, consulta sobre un plan de desparasitación adecuado y reserva una revisión dental si no la ha tenido este año. Pequeños pasos generan grandes cambios.