Gatito 3
Estos pequeños son dejados dentro de una caja en las puertas del refugio. Ahora se encuentran en una casa de acogida.
Gatito 2
Estos pequeños son dejados dentro de una caja en las puertas del refugio. Ahora se encuentran en una casa de acogida.
Gatito 1
Estos pequeños son dejados dentro de una caja en las puertas del refugio. Ahora se encuentran en una casa de acogida.
Andy
Jany, Jely y Andy pensamos que pertenecían a un mismo lugar (aunque quizás se encontraron por casualidad). Los tres fueron encontrados juntos vagando por Llanera. En seguida se dejaron coger y nos llamaron pidiendo ayuda. Al día siguiente los llevaron al refugio. Jany y Jely son unas cachorritas aún y todo les parece un juego. Pero el punto de vista cambia en perros adultos, ellos se dan mucha más cuenta del cambio y del abandono. No sabemos nada de su pasado, quizás vivía con una familia y era feliz (aunque la triste realidad es que nadie ha preguntado por él), o quizás vivía en un hogar donde no era muy bien tratado. Sea cual fuese su situación, acabó abandonado y por suerte cruzándose en nuestro camino. Es un perro algo tímido pero muy cariñoso. Está muy agradecido con los voluntarios. Con el resto de perros ha congeniado bien porque tiene muy buen carácter, es muy noble. Ahora solo falta encontrarle un hogar y estamos seguros que llegará pronto. Andy se entrega con chip, pasaporte europeo, vacuna antirrábica, esterilizado y con contrato de adopción.
Vaquita
Siamesa, Felipe, Vaquita, Manchitas y Melena son hermanos y fueron dejados en una caja de cartón en el refugio. No tenemos lugar para gatos y tampoco para cachorritos aunque fueran perros. El refugio no es lugar para animales tan pequeños porque sin vacunas es muy arriesgado para ellos. Además muchas veces necesitan todavía leche y no es posible sin una casa de acogida. El día que aparecieron no encontramos casas de acogida y al final, por suerte, un voluntario se ofreció a hacerse cargo. Al principio eran muy tímidos pero gracias a su casa de acogida cada vez están haciéndose más cariñosos. Los primeros días, en cuanto la puerta se abría, se escondían rápidamente. Ahora ya se dejan coger y se han hecho más confiados, incluso juegan con él. Sería ideal que fueran adoptados ahora pronto para que se acostumbren a vivir en una casa y tengan mimos diarios a cualquier hora. Así perderían el miedo mucho más rápido.
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